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Escribir es para mí una forma de metabolizar lo que me pasa.

Mezclando lo real con lo que imagino, intento seguir adelante.


lunes, 23 de agosto de 2010

La foca y el diamante

-¿Y el día que María Rosa le dijo a Roberto: esto así no va más?
-Ese día él le respondió con una mirada de desprecio, escupió en el piso y se fue un rato al patio.
Hacía cuatro años que vivían así. En esa caseta semi derruida al final de aquel pasillo plagado de necesidades.
-Pero si María Rosa venía de una familia bien...
-Bien. Bien no es lo que vos querés decir. Pero el problema no era su procedencia sino haberse metido con ese tipo.
Roberto venía de una casa en donde faltaba el padre. Había mamado violencia desde la cuna. Pero él no era violento. Su padre había muerto de repente una mañana cuando él estaba en la escuela.
El chico era vago. Pero vago de esa vagancia que se aprende en casa. Que por ser el varón se le consentía todo y ni siquiera le enseñó a trabajar la madre.
Ahora a sus cuarenta no duraba en ningún empleo. Por tarde, por lejos, por mucho. Y María Rosa hacía lo que podía.
-¿Y a dónde va a ir una mujer con tantos hijos?
- ¿Y para que se cargó?
-Eso es fácil decirlo. Hay que estar. La violenta era la madre. ¡Les daba unas palizas a esos seis chicos! Cansada, frustrada. El pibe sacó un poco de todo y hoy por hoy le daba a su mujer lo que podía: Miseria.
-Qué triste fue verla cuando se la llevaban.
-Y sí. Pero fue ella misma la que llamó a la policía.
- ... Claro.

8 comentarios:

  1. Hola a todos: He vuelto luego de una semana para el olvido. Todavía no decido si estoy llegando al final del túnel, pero éste es tan estrecho que no puedo regresar. Gracias a todos por sus comentarios.
    Laube: ¿Qué nos pasa a los varones?. Es básicamente un problema cultural. Madres que piensan que el niño les va a salir mariquita si lava una taza ó barre una habitación. Niños que se aprovechan de la situación porque pueden dominar a las hermanas y muchas otras cosas. También habemos de los otros, pero no siempre nos va bien por ser así y es mi caso. Yo colaboro en todo y recibo el trato que me merezco: Soy exigido en más. Se habla delante mío de las tareas que son de hombres y de las que son de mujeres, pero nadir me detiene si tomo un fuentón de ropa lavada y subo a tenderla. Ni me dicen nada si pongo una olla y cocino la cena para todos. Pero el único niño varó de la casa puede interrumpirnos a todos en medio de la cena y debe ser complacido. Creo, con todo respeto Laube que la culpa es de ustedes las madres. Al menos es lo que veo en la casa en la que hoy vivo. Mi madre no era así. Somos cuatro hermanos, tres varones. los tres fuimos enseñados en colaborar y cuando nos fuimos a vivir con nuestras mujeres colaboramos en todo. Nada, solo que es un tema que me sensibiliza porque ha traído algunas consecuencias a mi vida.
    Saludos y gracias de nuevo.

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  2. Los hombres no somos todos iguales. No se puede generalizar. Sinceramente, estoy harto de que se me endilguen culpas, por cosas como el "patriarcado", y otras asì.

    Es cuestiòn de buenos ejemplos.

    el relato, excelente.

    un abrazo.

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  3. todos los hombres de mi familia colaboran en las tareas del hogar, mis hijos saben cambiar los pañales de sus hijos, cocinar, y todo lo que hacia su madre en la casa, yo, y son unos machotes, ni te cuento como cocinan de rico, ademas de ser brillantes jinetes.
    es como dice el gaucho Santillan, ejemplos, y unos fustazos...de vez en cuando

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  4. Ay, David... Qué historia más triste, mi niño. Consigues que nos metamos en la piel de esas personas de las que hablas.
    A tu respuesta decirte que tienes razón. No seré yo quien niegue que las mamás son las responsables de criar a malcriados, machistas, etc. Es una injusticia (cósmica) el que siempre tengamos la culpa las mujeres, de todo, todo... (todos los complejos psicológicos son, como no, culpa de las mamás), pero lo cierto es que los hijos, aunque haya padres, son las madres quienes tienen una mayor influencia en ellos. Quizás sea esto lo que deba cambiar, pero hasta ahora no ha cambiado, no?.
    Yo no soy madre y no puedo opinar de lo que no es mi experiencia, pero sí que veo lo que se cultiva alrededor y las madres siguen haciendo varoncitos caprichosos y vagos, llenos de prejuicios machistas. Una lástima...
    Bueno, no es que sea muy optimista, pero... queda otra?.
    Un besote

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  5. Creo que va un poco más allá de madres y padres. Yo nací y hasta los cuatro años, mi madre hizo conmigo lo que mejor le pareció. Después y hasta entrar a la escuela, participó un poco mi viejo porque era varoncito, viste? En la escuela, mandaban las maestras. En la secundaria, mandaban los profes, preceptores y celadores. En el ejército mandaban cabos y sargentos. ¿Y yo? ¿Cuando podría hacer con mi vida lo mejor o lo peor? Yo hice lo que pude, no lo que quise. Y hasta eso no siempre me salió bien. Pero no tengo a quien echarle la culpa. Vivo porque así tenía que ser. Y si hubiea muerto, también hubiea estado escrito así.

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  6. Historia triste, que la viven muchas más personas de lo que imaginamos. Buen relato y fuerte.
    Un abrazo David!!

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  7. Claro que el pasado y lo que una persona vivió puede marcarlo y darle cierta orientación a cómo se desarrollará su vida.

    Pero también está su vida.

    Se puede elegir.

    Muy bueno el Blog!

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  8. Muy bueno, David, excelente. Quizá mejoraría un poco el relato pero está buenísimo.
    Abrazo!

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