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Escribir es para mí una forma de metabolizar lo que me pasa.

Mezclando lo real con lo que imagino, intento seguir adelante.


miércoles, 29 de septiembre de 2010

León

Así se llamaba y durante tres años almorzamos juntos todos los mediodías. No éramos nada pero nos hicimos amigos.
Coincidíamos a la misma hora en un comedor para empleados y jubilados de una asociación.
Por aquella época él era un judío ateo que concurría a las oraciones sólo cuando no había quórum y los paisanos se veían en la obligación de pagar para juntar la gente y yo, un cristiano un tanto fanático que trataba de convertirlo.
El tenía más de setenta y el recuerdo fresco de todas sus andanzas, yo apenas veinte y un larguísimo camino por recorrer.
Soltero él. Casado yo. Tan distintos y tan parecidos.
Un día ya no lo vi. Pregunté por él pero nadie lo conocía. No sabían de quién les hablaba.
Luego me enteré que se había ido.
Ayer lo recordé con mucho cariño aunque reparé en que nunca nos despedimos.
¿Qué fue que hizo que nos conectáramos? ¿Por qué nos buscábamos para almorzar juntos?
Hay personas que no pasan desapercibidas por nuestras vidas. León era uno.
Salud amigo. Donde quiera que estés.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Amores

Hoy me tomo un instante para recordar aquellos amores que no fueron (pudiendo haber sido). Es decir, habían condiciones dadas para continuar la senda juntos pero por alguna razón cada uno siguió por su lado.
El mejor de los recuerdos. El mejor de los deseos.
Buen fin de semana para todos.

martes, 14 de septiembre de 2010

Las hierbas, las verduras y el pez. (Las Imágenes)






Porque las palabras se las lleva el viento éstas deben ser llevadas a la acción.
Les muestro aquí las preparaciones.





Pollo de mar (ó pez ángel, como más les guste) al horno con verduras. En este caso, berenjenas, tomates, calabazas y pimientos rojo y ají. Finas hierbas y aceite de oliva.


La tarta es de manzanas y zanahoria. Guarnición dulce.




Tranquila Laube que como Sano y de rechupete no hay dos.

Saludos cordiales para todos mis amigos. Ustedes.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Las hierbas, las verduras y el pez

Anoche cociné.
Mas esa no fue la novedad.
Tres años hacia acá. Cinco de los siete días.

Anoche cociné.
Mi corazón selecciona cuidadosamente cada ingrediente.
Las hierbas, las verduras y el pez.

Anoche cociné.
Mi alma siente que tu alimento será tu medicina.

Anoche cociné.
Será así de ahora en más.

martes, 7 de septiembre de 2010

Un túnel demasiado largo (Séptima Parte - Final)

Afuera el sol brillaba de un modo especial y una suave brisa dejaba que su luz se colara en la habitación por entre las faldas de la cortina.
Es el fin del verano y las mañanas tienen esa magia por estas latitudes.
Se levantó más tarde que de costumbre. Todo era tan especial.
- Mañana no trabajamos. Le había dicho la noche anterior.
Por eso el pequeño saltó de su cama tan rápido como pudo al sentir el aroma a desayuno que venía desde la cocina del departamento en el que vivían.
Cuando estuvieron listos, lo invitó a ponerse ese guardapolvos impecable que habían comprado juntos la semana anterior y tomándolo de la mano lo acompañó. Había cumplido seis años un mes atrás y hoy era su primer día de clases.
Cinco años más tarde todo era tan diferente, así que orgullosos el uno del otro decidieron que irían caminando.
Después de todo la escuela no estaba lejos. Y estaban felices de estar juntos.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Un túnel demasiado largo (Sexta Parte)

Así y todo, la situación no había sido gratis para él tampoco. Con casi cincuenta años y una carga genética desfavorable, debía cuidar su dieta y su cabeza. A él también le habían recomendado minimizar el stress. Pero quién pensaba en eso ahora. La mujer que amaba pasaba más horas en la cama de las que hubiera querido y con mucho esfuerzo se ocupaba de muy pocas cosas. Por temporadas volvía a trabajar, pero agradecía las épocas en las que se quedaba en casa ya que podía estar más cerca de los suyos.
El también quería vivir para ver crecer a su hijo. ¿Qué sería del bebé si le pasaba algo malo a los dos?.
No obstante, basándose en su principio de que se vive un día a la vez, miraba cada amanecer como un desafío.
Su refugio era la lectura. En su mesa de noche estaba Cada nuevo día. Ese libro de reflexiones diarias que había encontrado por causalidad en la última mudanza, cuando todo era tan difícil. Si bien no compartía ya el contexto en el que estaba escrito, sacaba lo que consideraba que era bueno para él y lo aplicaba a su vida.
Parecía mentira que en los últimos ocho años su vida hubiera cambiado tanto.

continuará...

viernes, 3 de septiembre de 2010

Un túnel demasiado largo (Quinta Parte)

Ya instalado en su nueva casa, él la visitaba todos los días.
Compartían la crianza de su hijo a quien su primera infancia no le permitía entender lo que ocurría pero, a pesar de los cambios, se veía bien.
Estaba más tranquilo y desde esa posición podía acompañarla y hacerse cargo.
La enfermedad, sin embargo, avanzaba. El médico le había dicho luego de los últimos estudios que había actividad en algunos órganos y que debían extremarse algunos cuidados en la dieta y sobre todo, reforzar los períodos de descanso. Con un bebé en casa todas esas recomendaciones pasaban a un segundo plano. Quien ha criado hijos sabe de que se trata. Las manchas en la piel ocupaban el lugar que ocupa la estética en una mujer. La procesión iba por dentro. En todo sentido. Con una amenaza de falla renal, someterse a esas interminables recolecciones de muestras y fluidos expone la intimidad de cualquiera y, aunque ya no vivían juntos, para ella él seguía siendo su marido y hubiera querido que participara de algo bueno, al menos cada tanto.
Ella también lo amaba. Quizá más de lo que él imaginaba. Quizá más de lo que él la amaba a ella, pero desde otro lugar. Desde el que podía. Con hijos adolescentes de un matrimonio anterior no había podido entender que los ensambles forzados no existen y que cuando alguien ha transitado ya la mitad de su vida hay cosas que no resigna. Por eso él había decidido desarmar ese rompecabezas que estaba por la mitad y tirar una vez más los dados tentando a la suerte. Esperando que la vida le diese otra oportunidad.
continuará...

jueves, 2 de septiembre de 2010

Un túnel demasiado largo (Cuarta Parte)

Entonces la acompaño hasta la puerta y se quedó a esperar a que subiera al taxi. Luego preparó el almuerzo del pequeño y se lo ofreció.
Terminó por fin de armar el bolso y se sentó a mirar a su hijo que jugaba con una cuchara en medio de esa casa que ahora estaba vacía.
Vacía de otros.
Vacía de hogar.
Y pensó en esa enfermedad. Y en como a veces este envase que nos contiene se nos vuelve en contra y por mucho que lo cuidemos algo falla. Y en la medicación. Y no pensaba en el dinero, sino en los efectos.
Y evocó lo bella que era y decidió que un verdadero hombre debe hacer lo que debe hacer.
Y volvió a sentir lo mismo que había sentido siempre: Que la amaba con toda su alma. Pero su corazón no dudaba. Lo mejor era seguir hasta el final. Y ver desde afuera como poder con todo lo que se venía.
continuará...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Un túnel demasiado largo (Tercera Parte)

El bebé comenzó a llorar. Había dormido un rato largo y la hora del almuerzo llegaba puntual. El bolso sobre la cama grande volvía a anunciar lo que ya se sabía, y la cuna en la misma habitación acrecentaba el dolor.
- Es su hora de comer -dijo-. Le preparo.
- Andá que vas a llegar tarde al trabajo, yo me ocupo.
Y comenzó a llorar.
Sentada en la silla del extremo de la mesa le contó que ya no podía más. Desbordada por la situación le pidió que se quedara, que no la abandonara en un momento como ese. Y aunque los dos sabían que "ese" momento no era el motivo, la situación se agravaba debido a la noticia. Le rogó que no se fuera, que le encontrara la vuelta al asunto, y que la ayudara. Que no había nadie que pudiera darle lo que él le daría en un tiempo como el que se avecinaba.
¿Y entonces...?
continuará...