Es esta la tierra norte que da tabaco,
que ofrece mate.
La tierra noble que sabe darse.
De sangre libre, de carne esclava,
te pisé tierra, manché mis pies,
pinté mi alma de selva espesa,
de piedra entraña.
Tus aguas grandes de grandes saltos
mis ojos ciegos despabilaron.
Yo te amé tierra,
y el cunumí regresó a casa más guaraní.