Mi nena ya está grande, si la mirás un poco vas a ver que en realidad no es más una nena.
Bueno, pero para mí sí. Para mí va a ser siempre mi nena.
La mayor.
La que hace veinte años me inauguró como padre.
Con la que aprendí a cambiar pañales, dar mamaderas, poner y sacar vídeos eternamente del reproductor...
Mi nena ya está grande, pero cada vez que la veo me resisto a creer que esto pasó.
La infancia, la adolescencia.
Cuando hablo de ella me lleno de orgullo: Estudia. Trabaja. Tiene novio.
Y ahora no te das cuenta porque estoy escribiendo, pero el nudo en la garganta lo tengo.
Porque si bien las cosas no siempe fueron como hubieramos querido, estamos juntos y nos amamos y nos respetamos.
Y somos felices viendo feliz al otro.
Hoy es el cumpleaños de mi nena, tan parecida, tan diferente.
Tan ella.
Feliz cumple amor de mi vida. Siempre serás mi nena.