El frío en su espalda era tal que entibiaba hasta sus pies, aquellos que había perdido en el último accidente.
Su vista, sin embargo, se fijaba en el andén y en las manecillas que no avanzaban ni un segundo.
"Es la oportunidad de que no te vuelva a ocurrir", le dijo la Parca un tanto decepcionada.
Pero la parca tiene paciencia. Sabe que el momento llegarà.
ResponderEliminarTètrico momento.
Un abrazo.
Madre mía... Qué raro se le queda a una el cuerpo!.
ResponderEliminarUn besote David
es triste, la depresión detiene todos los tiempos de vida, nos deja en un limbo oscuro donde la única mano extendida que vemos es la de la muerte...
ResponderEliminarsaludos querido Dav