Así se llamaba y durante tres años almorzamos juntos todos los mediodías. No éramos nada pero nos hicimos amigos.
Coincidíamos a la misma hora en un comedor para empleados y jubilados de una asociación.
Por aquella época él era un judío ateo que concurría a las oraciones sólo cuando no había quórum y los paisanos se veían en la obligación de pagar para juntar la gente y yo, un cristiano un tanto fanático que trataba de convertirlo.
El tenía más de setenta y el recuerdo fresco de todas sus andanzas, yo apenas veinte y un larguísimo camino por recorrer.
Soltero él. Casado yo. Tan distintos y tan parecidos.
Un día ya no lo vi. Pregunté por él pero nadie lo conocía. No sabían de quién les hablaba.
Luego me enteré que se había ido.
Ayer lo recordé con mucho cariño aunque reparé en que nunca nos despedimos.
¿Qué fue que hizo que nos conectáramos? ¿Por qué nos buscábamos para almorzar juntos?
Hay personas que no pasan desapercibidas por nuestras vidas. León era uno.
Salud amigo. Donde quiera que estés.
Nunca olvidamos a personas q exitieron en nuestras vidas, pq su recuerdo siempre cambia
ResponderEliminaralgo de nuestra existencia..
Q sentido tu post, David!
Afectos y cariños,
Male.
(Llevo tiempo queriéndote invitar a participar en mi otro blog:El País de los Bosques, blog q creé y mantengo con mis compañeros/as..
Te curso la invitación vía mail, sí??
Sin compromiso te lo piensas, nos visitas y ya..
En ese espacio sólo está prohibido:PROHIBIR!!)
http://kamariaaamori.blogspot.com
David, hay una fuerza, que no tiene nombre, que nos reúne con otros con la intención de otorgarnos una enseñanza.
ResponderEliminar¿Te has preguntado que mensaje te dejó León?
Un abrazo.
Alicia.
Todas las relaciones dejan algo, hay personas que pasan por nuestras vidas y dejan huella profunda. Para muestra, nuestros blogs, ninguno de los que nos visitamos diariamente nos conocemos personalmente, no conocemos nuestros rostros, pero si los que llevamos adentro, y cada uno a su manera, vamos dejando alguna enseñanza. Muy lindo tu escrito!!
ResponderEliminarUn abrazo!!
Coincido con Caly, y contigo!
ResponderEliminarLinda manera de contarnos la pasión por un amigo que se no fue, o se ha ido, es lo mismo.
Un abrazo!
MUCHAS VECES, ME HE PREGUNTADO EL MOTIVO DE ESE TIPO DE ENCUENTROS, FUGACES, O COMO EL TUYO, EN QUE EL GUSTO DE COMPARTIR UN ENCUENTRO DE COSTUMBRE, HACE QUE OLVIDEMOS QUIENES SOMOS, SOLO IMPORTA LA PERSONA, Y EL COMPARTIR ESE INSTANTE.
ResponderEliminarOJALÁ LEON PUEDA LEER ESTO..
TE ABRAZO QUERIDO DAVID
Leòn està contigo, mientras lo lleves en la mente.
ResponderEliminarNada es coincidencia. algo te ha enseñado, seguro.
Un abrazo.
Sí, esta es una muestra, también...
ResponderEliminarVos entendés, amigo.
Cariños!
Qué bonita historia o experiencia, David. Estoy de acuerdo contigo en que hay personas que marcan, que arañan nuestra existencia. A veces no entendemos ni la razón, pero es así...
ResponderEliminarPor cierto, agradecerte que preparases una receta mía. Me ha dado mucha alegría!!!!!
Un besote guapetón
Coincido. Hay personas que nos marcan y podemos pasar mucho tiempo sin vernos, pero basta encontrarnos y mirarnos para saber que seguimos en la misma sintonía.
ResponderEliminarAbrazo grande